sábado, 12 de julio de 2008

Barro

La piel arrabia. La música suena y me mece, me mece, me mece. La piel arrabia y el alma se alza alborotada. La música suena y las palabras colmadas rinden sus bastiones. Mis ojos cerrados atienden al ritmo. Deseo, sueño, lucho y grito. Grito. Grito.

Es mi día un hueco hiperlativo y son mis gritos los designios del silencio. Palpita el verano aunque sople el viento y amenace la lluvia con distinguir mi rutina. Aunque yo añoro a la lluvia, a mi lluvia. Yo la añoro a ella. Y es Verano. La lluvia no existe.

sábado, 28 de junio de 2008

Fútbol

En azul cielo el sol apremia a mediodía y a su son riman las chicharras. Huele a heno, a alberca y a zumbido de avispa. Los balonazos resuenan en las paredes mal pintadas de las casas en una raña toledana.

Dos niños juegan. La pelota vuela y se queda sobre una teja parda lejos de su alcance. El delantero mira con ojos cristalinos el resultado de su chut mientras el cancerbero le observa con enfado hasta que encuentra el insulto adecuado:

- ¡Gólgota!
- ¡ Y tú puta!

viernes, 27 de junio de 2008

Amanece

Amanece y ya no sé qué más decir.

Junio se agosta y el nuevo día amenaza prender a fuego lento. El sudor se apelmaza sobre mí y el vibratto del ventilador conquista sin reparos el silencio converitdo en traqueteo. Hoy será un día igual que ayer y eso no sirve. Miro a mi cama y no estás en ella. Hoy será un día como el de ayer y eso no me sirve.

Amanece y yo sólo quiero dormir.